Muchas empresas han optado por vender sus productos en internet, bien como apoyo de sus tiendas físicas o como única plataforma de venta, con la finalidad de captar más clientes y por lo tanto aumentar las ventas. El problema de la venta online es que el consumidor no tiene la posibilidad de percibir el producto de la misma manera que en soporte físico, por lo tanto es necesario proporcionarle una visual lo más parecida posible a la realidad.
Hasta ahora la fotografía de los productos se había limitado a una perspectiva plana, 2D; pero con la fotografía 360 grados se da la oportunidad al cliente de percibir el producto en 3D, aportando una serie de detalles y calidad que aumenta su atractivo y por tanto puede incrementar las visitas a la página web y el número de clientes potenciales.
Una fotografía 360 grados se realiza tomando varias fotografías desde varios ángulos alrededor del producto, para posteriormente procesarlas con un software que componga las imágenes de tal manera que formen una visual del producto en tres dimensiones. Existen dos posibilidades de realizarlas; en una toma (con una panorámica circular del producto) o en varias tomas (varías fotografías). La edición consistirá en unir las fotografías unas encima de otras buscando los puntos en común de cada una con la ayuda de un programa informático.
Una vez se tenga el archivo en 3D se puede proceder a la publicación del mismo en internet para poder aumentar el número de visitas de la página web de la empresa y tener un mayor éxito de venta online.