La fotografía de producto es una de las estrategias de publicidad más antigua y más demandada por parte de las empresas. Se trata de un tipo de fotografía en la que la atención al detalle es imprescindible.
Hacer que la imagen de un producto sea sugerente es una labor única.
Por lo general los profesionales especializados en este tipo de fotografías parten de un presupuesto base que va en aumentando dependiendo de determinados factores:
- El número de productos a fotografiar por sesión.
- La cantidad de fotografías de un mismo producto que se requiera.
- El escenario: Desde un fondo blanco o monocromo hasta completos decorados y escenarios.
- El tipo de producto y su dificultad: Algunos productos son más complejos por sus características físicas y por lo tanto requieren materiales concretos y métodos de trabajo especiales.
- El posterior retoque digital necesario para perfeccionar la imagen.
A parte de todos estos factores existen otros elementos que pueden afectar al presupuesto de una sesión de fotografía de producto, por ejemplo a algunas empresas les gusta solicitar por separado una sesión previa para explorar las propiedades de cada artículo y saber a qué atenerse.
La fotografía de producto es un arte en sí misma con unas características concretas diferentes al resto de estilos fotográficos cuyo valor se rentabiliza no solo con el producto en sí, sino por la imagen de marca que transmite y mejora.
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