Una de las grandes ventajas que la aparición, desarrollo y expansión de internet ha tenido para la sociedad ha sido la de facilitar el acceso tanto a la información y el conocimiento, como a productos y servicios, de tal forma que en la actualidad, tan solo con posees un dispositivo conectado a internet, podemos adquirir prácticamente cualquier producto casi sin importan la zona del mundo en la que se encuentre ubicado. Esto es lo que se denomina eCommerce o comercio electrónico, la compra (y venta) de bienes (productos o servicios) de forma online.
Michael Aldrich está considerado el inventor del e-commerce por ser el primero en conectar en 1979 un televisor, un ordenador y un teléfono para vender productos de supermercado. Sin embargo la experiencia no funcionó. Hubo que esperar a 1984 para que Jane Snowball, de 72 años, realizase la que está considerada como primera compra online.
Desde entonces, la evolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el espíritu emprendedor de grande firmas como eBay, Amazon, Coca-Cola y otras muchas, algunas de las cuales no tan conocidas, unido todo ello a la proliferación de smartphones y tablets ya en la década de los “dosmil” no ha hecho más que aumentar el volumen de las compras online, un hábito ya plenamente implantado en gran parte de la sociedad y animado por la importación de nuevas costumbres como el Black Friday, el Ciber Monday o el Singles Tuesday que animan con increíbles ofertas y fotografía de productos para realizar las compras de este modo.
Sólo en Estados Unidos, el volumen de comprar online se ha elevado desde los 72.000 millones de dólares de 2002 hasta los 359.000 millones de dólares en 2014. Además, durante el primer trimestre de 2015 las ventas online ya se habían elevado un 9% respecto al mismo período del año anterior.
También en España las ventas online crecen sin parar y ya sabemos que en 2014 los ingresos por eCommerce se elevaron un 25%. Observando esta tendencia, diversos estudios auguran que en 2020, entre el 30 y el 40% de las compras mundiales se efectuarán online y sólo cinco años después, en 2025, el 80% de las compras serán online.