A la hora de realizar una sesión de fotos a los eventos de nuestra empresa, a las sesiones individuales, a varios productos… Siempre surge la duda de si las fotos se verían mejor en color o en blanco y negro. Es cierto que para la sesión de foto de producto necesitamos mostrarlo tal como es y la mejor opción es sin duda la fotografía a color. ¿Pero qué ocurre en el caso de las personas?
Una fotografía en color nos muestra la imagen capturada en su realidad 100%. Dependiendo del enfoque, la luz, el ángulo… se podrán observar mejor o peor los colores o las dimensiones de la foto. En cuanto a las fotografías en blanco y negro sólo podemos jugar con el contraste y brillo de la foto. Y como no, podemos ajustar los niveles de ambas opciones en su edición posterior a la sesión.
Las fotografías en blanco y negro tienen un encanto especial y nos transmiten una imagen natural y limpia. El contexto de estas fotos en general suele crear ambientes con acciones diarias e improvistas. El ver una imagen en blanco y negro evoca cierta tranquilidad y familiaridad y su exposición física se acopla muy bien a cualquier decorado interior o exterior. Además, el juego de la luz del lugar donde estarán expuestas es muy importante en el caso de las fotografías a color. En cambio, las fotos en blanco y negro pueden tener mucha o poca luz, y su esencia nunca llegará a perderse.
A la hora de elegir qué tipo de fotografía nos conviene para nuestra sesión, debemos saber qué queremos conseguir con ella. Para las sesiones de fotos individuales, normalmente las fotos finales suelen ser en color y en blanco y negro, con sus correspondientes ajustes para hacer de la fotografía una foto más llamativa. Al ser un uso privado, las fotos deben estar en ambos formatos para tener un amplio abanico de formatos.
En cuanto a los eventos de empresa, una sesión de fotos a color puede ser más adecuada, ya que posteriormente la empresa mostrará un pequeño reportaje del mismo y las fotos a color mostrarán la realidad del acontecimiento. Normalmente las relaciones entre los empleados de las empresas suelen ser relaciones laborales y por este motivo las sesiones a color son las más acertadas. En cambio, si los trabajadores de la empresa ya se conocen o tienen una estrecha relación entre ellos, las fotos en blanco y negro pueden ser adecuadas y tener mejor aceptación por su parte.
En cualquier caso, una buena sesión de fotos, captando el espíritu del evento o de la sesión individual hará que la actividad haya quedado perfectamente capturada, creando un buen recuerdo del momento.