La fotografía de obras de arte como cuadros, esculturas y otros objetos artísticos requiere el cumplimiento de un fin primordial: la reproducción fidedigna del objeto fotografiado. Esto implica observar aspectos y detalles que en modo alguno pueden ser obviados como que el color sea fiel a su original, que la iluminación sea igual en todas las áreas, la ausencia absoluta de brillos o que las proporciones sean exactas sin ocasionar deformación alguna.
Este tipo de fotografía de obras de arte en la que se refleja fielmente el objeto retratado es muy utilizada en la confección de catálogos tanto impresos como digitales o páginas webs dedicadas a obras artísticas como pueden ser las versiones online de las casas de subastas.
Estamos hablando de un tipo de fotografía que exige la práctica perfección y por tanto, el máximo de conocimientos y experiencia es decir, la fotografía de obras de arte requiere sin excepción el recurso a profesionales de la fotografía y la imagen.
De ello deriva a su vez que el trabajo fotográfico de reproducción de arte es muy especializado. De hecho, existen profesionales de la fotografía dedicados única y exclusivamente a esta actividad también artística. Y como dedicación especializada, requiere a su vez de instrumentos y técnicas también muy concretos y específicos. Por ejemplo, respecto a iluminación se requieren dos fuentes de igual potencia y color que deberán ayudarse de trípodes, todo ello con el fin de evitar sombras, brillos etcétera.
Otro ejemplo. Muchas obras de arte provocan brillos indeseados en el momento en que se reproducen debido a los materiales utilizados en su creación e incluso porque para protegerlos, en ocasiones se coloca una pantalla de cristal delante de ellos. Para anular estos brillos habrá que utilizar filtros polarizadores para las luces.
En definitiva, la fotografía de obras de arte es una especialidad dentro de la profesión fotográfica que como tal, requiere de la máxima profesionalidad.