El mundo de las subastas de arte es un mundo muy dinámico e incluso divertido. Todo funciona muy rápido, nadie quiere quedarse el último y todo el mundo quiere conseguir lo mejor. Este mundo en particular abarca muchos aspectos, desde pinturas, esculturas, joyas, relojes y un amplio etcétera.
Hace años el comprador solo podía interesarse por una obra visitándola presencialmente o a través de los catálogos que las empresas de subastas ponían a disposición de los futuros compradores. Pero ahora la forma de descubrir estas obras tan singulares ha cambiado, ahora lo que más buscan los interesados es poder ver y revisar las obras desde las plataformas digitales, un método mucho más cómodo y práctico que el anterior. Gracias a este método, la gente puede dedicar más tiempo a investigar la obra, pueden acceder a más información sobre ella que antes y así asegurarse de que es justo lo que están buscando. También esto ha ayudado a que las empresas de subastas puedan expandirse más allá de sus fronteras y llegar incluso a otros países.
Muchas personas hoy día se dedican precisamente a esto, a la compra-venta de objetos como los que hemos mencionado antes. Muchos tienen sus propias galerías o sus propias páginas web donde realizar estos trámites.
También hay muchas personas que no se dedican a esto específicamente, pero que en un momento de su vida se encuentran con que tienen en su poder algunas “joyas» de arte, ya sea por herencia o por otros motivos y quieren venderlas para obtener beneficios. Y para ello acceden a estas webs especializadas.
Y como hemos mencionado, cada vez más personas acceden a los catálogos por estas plataformas digitales para poder analizar mucho mejor las obras. Por eso es muy importante contar con un buen fotógrafo de arte que consiga un resultado profesional para darle a los compradores exactamente lo que quieren.
¿Qué detalles tener en cuenta a la hora de fotografiar arte?
El fotógrafo para webs de arte debe tener mucha experiencia este campo. No se trata de fotografías normales en las que solo tiene que salir bien iluminada la obra y nada más. En primer lugar, es importante contar con un buen equipo y un estudio de fotografía, así podremos controlar todos los factores que pueden afectar a la fotografía.
Antes de empezar a fotografiar la obra, es importante analizarla para eliminar los posibles problemas que puedan encontrarse después y que pueden dificultar el trabajo.
Por ejemplo, un aspecto muy importante es el color. Si alguien está pensando pujar por una obra de arte, ya sea una pintura, una joya, etc., necesita saber cómo es exactamente ésta, los colores que tiene realmente. Claro, esto no es tan fácil de controlar. Aunque el fotógrafo cuente con un buen equipo hay muchos elementos que pueden influir en la variación del color ya sea en el propio proceso de fotografiarlo o en los procesos posteriores de edición. Para esto el fotógrafo de arte utiliza las cartas de color.
¿Qué son las cartas de color? Son muestras de colores en cartón donde se muestran diferentes colores y tonalidades. Normalmente se colocan dentro de la fotografía con los tonos exactos que necesita mantener. Así tanto el fotógrafo como los editores tienen una referencia exacta del color que se está buscando. También se le saca una foto a la propia carta para poder ajustar los procesos a lo que estamos buscando. De esta forma se evita que haya alteraciones en el color.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta, además del color, es que no haya brillos en la fotografía porque estos no nos dejarán apreciar todos los detalles de la foto y puede molestar mucho a los clientes. Estos brillos pueden aparecer por muchos motivos, desde los materiales de los que está hecha la obra (pintura, lienzo…) hasta otros factores externos como algún cristal o marco que para mantener la buena conservación del cuadro el fotógrafo no puede retirarlo. Para esto el fotógrafo tendrá que valerse de algunas técnicas como, por ejemplo, la polarización de la luz.
Como en todas las fotografías, pero más en este caso, es muy importante la iluminación. Muchas veces el fotógrafo tiene que usar luz de flash, es muy importante que se asegure de que la luz se reparte de forma homogénea por toda la obra. Además, estas luces tienen que estar situadas a la distancia precisa tanto de la obra como entre ellas si usa más de una fuente de luz.
Una vez el fotógrafo tenga todos estos aspectos controlados podrá empezar a hacer las fotografías. Para conseguir el resultado deseado se usan varias técnicas. Por ejemplo, trabajar con diferentes perspectivas. En objetos como joyas o esculturas esto es muy importante, porque no nos vale solo con ver una parte, queremos apreciar todos los detalles. Algunos en la parte de atrás, laterales, etc., puede que haya que variar la iluminación en algún momento para que al cambiar de perspectiva no cambie nada de los parámetros que hemos hablado antes.
Otra técnica muy usada es realizar fotografías en modo macro, que como su nombre indica lo que hace es realizar macrofotografías, cualquier objeto muy pequeño podremos verlo como si fuera grande, se consigue usándola cuando se fotografían estos objetos desde muy cerca. Ésta técnica es muy buena en este campo, porque muchas obras tienen cientos de pequeños detalles, algunos casi imperceptibles al ojo humano, sería muy difícil apreciarlos incluso viendo la obra en persona. Pero gracias a esta técnica podremos apreciar todos esos detallitos de forma muy clara.
Como hemos visto, hay muchos detalles a tener en cuenta para tener un resultado profesional.
En la fotografía para subastas es importante cuidar todos los detalles y nosotros te ofrecemos a los fotógrafos más profesionales con mucha experiencia y conocimiento de este campo en particular para que puedas obtener una reproducción fotográfica fiel a la original y de la mejor calidad. Y por supuesto tratando a tus obras de arte con el mayor cuidado para su correcta conservación, sin provocar daños.
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