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Fotógrafos: Cuadros y obras de arte

Fotógrafo de cuadros

La fotografía como técnica y como arte tiene muchísimos alcances. Uno de los más hermosos es el que realizan los fotógrafos de obras de arte. Este es un oficio muy complejo pues, para desarrollarlo a plenitud, se deben tomar en cuenta criterios y normas específicas.

El profesional dedicado a fotografiar obras artísticas es, también en cierto modo, un artista. Él tiene que saber apreciar en cada pieza la belleza y los sentimientos y plasmarlos en la fotografía.

Aspectos a considerar en la fotografía de cuadros y obras de arte

Para realizar de manera correcta las fotografías de los trabajos artísticos de pintores, escultores y arquitectos, es necesario tomar en consideración muchos aspectos que pueden repercutir en el resultado final. Este tipo de trabajo pareciera sencillo, mas no lo es, pues no se trata simplemente de hacer un buen encuadre y hacer clic en el obturador de la cámara.

Una de las variables a tomar en cuenta antes de emprender la toma fotográfica es que la obra debe siempre preservarse en perfecto estado. Para ello hay que evitar manipulaciones innecesarias y tener muchísimo cuidado al realizar el trabajo. Tener a mano los equipos y accesorios necesarios para mover las piezas es imprescindible.

De esta manera, si la obra va a ser trasladada a un estudio fotográfico, hay que recurrir a uno de responsabilidad certificada. Un buen estudio de fotografía da diferentes directrices para que los resultados de las sesiones fotográficas sean perfectos. Son variados los aspectos a tomar en cuenta antes de comenzar a tomar las fotos y también durante el desarrollo de la sesión.

En primer lugar, uno de los temas que más se debe tener en cuenta es la iluminación. Es importante que las luces artificiales del estudio donde se hará la toma estén apagadas. Esto es con la finalidad de evitar los reflejos que pudieran distorsionar la imagen de la obra de arte fotografiada.

Se recomienda, además, tomar primero la fotografía y luego colocar el marco en cristal o metacrilato. Si por el contrario, este enmarcado ya forma parte de la obra, entonces la utilización de unos filtros polarizados puede subsanar la situación. En todo caso, siempre es bueno darle su importancia a la luz natural ya que permite un colorido más exacto y acorde con la realidad.

Una consideración aparte merece el tema de las esculturas. El fotógrafo de obras de arte debe conocer muy bien la figura tallada o esculpida. Sería interesante que el fotógrafo intercambiará ideas con el artista para que éste exponga su punto de vista sobre las perspectivas que desea que salgan en las fotografías. El fotógrafo debe tener la mente abierta y la humildad necesaria para escuchar.

Por otro lado, hay que ver si las piezas están hechas de algún tipo de metal o material que pueda producir reflejos. Es necesario entonces, estudiar desde qué puntos es más favorable realzar la obra para que el brillo juegue a favor y no en contra de la visión de la obra.

Fotógrafo profesional para museos

Cómo se desarrolla el trabajo de los fotógrafos en las exposiciones de arte

Para realizar los catálogos y presentaciones del contenido que lleva una exposición de arte se debe contar con un fotógrafo especializado en este tema. Este profesional, junto con otros auxiliares llevará adelante el evento, haciendo brillar, tanto a las obras, como a los artistas que las crearon.

Las exposiciones, que son organizadas, bien sea por los museos o  las galerías de arte, cuentan con un personal idóneo dedicado a diferentes funciones. Algunos de estos profesionales son, en primer lugar, el galerista; luego están, el comisario, los montadores y, por supuesto, el artista.

Cada una de las personas encargadas de una función determinada, colabora para que las obras resalten y puedan ser admiradas por el público y adquiridas por los posibles compradores. Es un trabajo en equipo donde no se deja nada al azar.

Uno de los más importantes es el fotógrafo de obras de arte. Este profesional trabaja, antes, durante y después de la exposición. Sin embargo, el día propio del evento es el de mayor interés, pues debe captar cómo el público interactúa con las obras y con el artista que las produjo.

Hay fotógrafos que se dedican no solo a fotografiar las obras sino a todo lo que rodea a la exposición en sí. Les gusta captar las reacciones del público, la actitud de los artistas y hasta los gestos y actividades del personal que labora durante el evento.

Tipos de trabajos que realiza el fotógrafo de obras de arte en una exposición

El fotógrafo de obras de arte ha de cumplir diferentes tareas ante el reto de fotografiar las obras que van a ir a una exposición. Su trabajo no solo consiste en captar las imágenes de cada cuadro, talla o escultura sino que va mucho más allá. Un buen estudio de fotografía en Madrid ofrece fotógrafos especializados en este tipo de labor.

Para que las imágenes de las pinturas o esculturas lleguen a la mayor cantidad de gente posible se estipula hoy en día hacer las fotos y pasarlas al formato digital. De esta manera se podrán difundir por las redes sociales. Para ello, cada galería, museo o estudio de arte posee su propia plataforma digital desde donde se publica su material.

Además, estas imágenes digitalizadas se pueden potenciar con avances tecnológicos muy llamativos como por ejemplo, la fotografía 360. Esta técnica permite que podamos observar una escultura en nuestro ordenador o teléfono inteligente de forma muy parecida a que si la estuviéramos observando en la propia galería o museo.

Asimismo, este trabajo de digitalización se realiza para la elaboración de los catálogos y la posterior reproducción de ciertas obras. En este sentido, el fotógrafo de obras de arte debe aplicar las técnicas de fotografía y de iluminación necesarias para que el color de las pinturas quede igual en las reproducciones y en las imágenes de los catálogos.

Estos últimos son muy importantes y constituyen un elemento imprescindible cuando se realiza una exposición de arte. En ellos va escrita la biografía del artista expositor y un esbozo sobre sus obras. El comisario de arte es el encargado de escribir los textos y diagramar los catálogos.

A su vez, estos catálogos formarán parte del archivo nacional de obras de arte. Y, de igual forma, servirán de material divulgativo y didáctico aparte de que le da un valor agregado al trabajo del autor. Se convierten en un documento artístico de valor.

En cuanto a la labor de promoción y publicidad del evento, incluye, por lo general, la realización del diseño de un cartel o afiche publicitario, así como los volantes para los días previos a la fecha inaugural. Allí tiene una amplia participación el fotógrafo de obras de arte. Las fotografías incluidas en estos materiales deben ser de impacto para promover la asistencia del público al evento.

En estos materiales publicitarios se informa al público las fechas de inicio, cuánto durará y en qué horarios se hará la exposición. La divulgación del evento es un punto muy necesario para que la actividad tenga éxito. De ello depende en gran parte que la asistencia sea masiva y puedan venderse mayor cantidad de piezas.

Por otra parte, el fotógrafo no solo está a cargo de plasmar en imágenes cada una de las obras, sino que puede incursionar en la realización de los retratos de los creadores de las mismas. En este aspecto, entra en juego su habilidad para captar el mundo interior de los artistas de modo que el público pueda descubrir la sinergia entre la obra y su autor.

Fotógrafo de obras de arte

Las subastas de arte y la fotografía

El sistema de subastas ha existido desde hace varios siglos. A través de él se pueden vender obras de arte generalmente mediante una casa de subastas. Esto se realiza al mejor postor. Se fija un precio base y, a partir de la puja entre los que participan, el precio va subiendo. El mejor postor se lleva el objeto vendido.

Por lo que se ve, es un método que requiere que los interesados en comprar conozcan previamente y a fondo, las obras a subastar. Ellos toman la decisión en tiempo muy rápido y estarán pagando un alto precio por el objeto. Es justo que tengan una idea clara de lo que están comprando.

En las subastas de arte se pueden comprar y vender muchos tipos de objetos. No solo se subastan pinturas o esculturas, sino también joyería fina, objetos decorativos de gran valor artístico, entre tantos otros. Hay casas de subastas muy prestigiosas donde se compran y venden obras de gran valor artístico y monetario.

El fotógrafo de subastas

Los postores en las subastas desean tener claridad a la hora de decidir qué obra comprar. Para ello, muchas veces, recurren a los catálogos de las plataformas digitales. Allí observan, en nítidas y realistas fotografías, las obras a subastar. De esta manera, pueden analizarlas y decidir con mayor seguridad.

De lo anterior se desprende, que el fotógrafo de subastas cumple un rol de suma importancia en este tipo de actividades. Él es un profesional que se dedica a fotografiar, con la mejor técnica y los equipos necesarios, las obras que van a subasta. De él dependerá que las imágenes de las obras que salgan publicadas sean lo más fidedignas posibles.

De esta manera, los posibles compradores tienen a su alcance, sin salir de su casa u oficina, las imágenes de las obras, algunas en tercera dimensión. Así, el tiempo dedicado a observar y revisar cada pieza es mayor y lo puede hacer con más detalle y detenimiento. El futuro comprador puede decidir su compra con mayor tranquilidad y con la seguridad de que no será engañado.

Para lograr que estas fotografías sean lo más realistas posibles, el profesional de esta área dedica todo su esfuerzo, técnica y habilidad. Él tiene la responsabilidad de que las obras a subastar se vean impecables ya que, un público muy grande, tanto nacional como internacional estará analizando sus fotografías con la finalidad de comprar algunas de las piezas.

El trabajo minucioso del fotógrafo de subastas

Este profesional, por lo general, trabaja para las webs de arte. Es un fotógrafo que requiere cierto grado de especialización, ya que el producto ofrecido debe reunir una serie de condiciones nada fáciles de conseguir. No solo debe contar con los equipos de fotografía necesarios sino con la experticia para usarlos y un ojo para captar lo mejor de cada pieza.

Por una parte, es bueno que, en su estudio, el fotógrafo tenga los equipos y complementos más avanzados. Es importante también, que él controle personalmente las variables que puedan incidir en la calidad final de sus fotografías. Tener su propio estudio facilita su labor.

Uno de los trabajos que se debe cumplir previo a la sesión fotográfica es la observación detallada del cuerpo de la obra. De esta manera, se va a analizar qué aspectos de la misma pudieran ocasionar dificultad para lograr una fotografía perfecta. Así el profesional dedicará tiempo a prever las soluciones a cada dificultad.

Esto puede referirse al tema del color, la textura o el tamaño de la obra. Todo cliente espera que lo que ha visto en las imágenes fotográficas sea un fiel retrato de lo que luego observará en la realidad. Uno de los recursos del cual se vale el fotógrafo para subastas para lograr la fidelidad en el color son las cartas de color.

También, el fotógrafo de este tipo de actividad debe prestar especial atención a los reflejos de luz en los objetos brillantes. A veces, este elemento cambia la percepción de la obra ocultando o magnificando algunos detalles importantes. Jugar con la intensidad de las luces o la cantidad de focos es un asunto complejo con el que este profesional debe lidiar.

Dadas las circunstancias, el profesional podrá eliminar o minimizar las causas que provocan el brillo. En algunos casos, aunque no sería lo ideal, tendrá que utilizar técnicas como la de los filtros que polarizan la luz.

El uso adecuado de las luces también es un asunto que se debe monitorear. Si se utiliza el flash, este debe distribuirse por igual en todas las partes de la estructura de la obra. El fotógrafo debe tener cuidado, además, de que otras luces presentes estén a una distancia acorde del objeto a fotografiar y que no interfieran unas con las otras.

Durante el desarrollo de la sesión fotográfica, el fotógrafo debe ser también muy meticuloso. Dependiendo del objeto a fotografiar, puede elegir la técnica más adecuada. Una de ellas es la de realizar tomas desde diferentes puntos de vista. Lo anterior reviste mayor importancia, sobre todo, para objetos utilitarios o de joyería, los cuales deben ser vistos por el cliente desde diferentes perspectivas.

Lo anterior es, para detectar algún fallo y para tener una visión detallada. Por ejemplo, un pequeño rayón en un reloj puede no ser visto en la foto; pero en la realidad, sí. Si el objeto es, por ejemplo, una escultura, deben tomarse las fotografías desde los diferentes ángulos, para verla completa.

La macrofotografía es otra de las técnicas de las que se vale el fotógrafo de subastas para presentar la obra en su máximo esplendor. Esta técnica consiste en realizar las fotos desde una distancia muy corta lo cual hace aparecer el objeto más grande de lo que realmente es. La finalidad es que se puedan detallar hasta los más escondidos recovecos de una pieza artística.

Cualidades que se buscan en una fotografía para subasta

La finalidad de una subasta es vender al mejor postor. Las obras de arte, joyas y otros objetos valiosos que se someten a este proceso deben reflejar realmente lo que son.

Hoy en día, la mayoría de las personas interesadas en participar como postores en una subasta no acuden directamente a ver las obras en las galerías sino que prefieren utilizar los medios digitales para hacerlo.

A través de unas buenas fotografías de cada pieza de arte, el futuro cliente puede percibir todos los detalles. Un buen fotógrafo de subastas en ciudades como Madrid puede ofrecer la realización de excelentes fotografías con las cualidades necesarias para participar en una subasta.

Entre las cualidades que distinguen a una fotografía para subasta están que:

  • Las imágenes no son brillosas para que la obra destaque en todo su conjunto.
  • Los colores son los más cercanos a la realidad. Un buen profesional usa cartas de tonalidades de color y así lograr más realismo.
  • Las imágenes aparecen con texturas homogéneas y con diferentes matices.
  • Se respetan las proporciones. El tamaño de las piezas se corresponde con la realidad. Se evitan las alteraciones de forma y dimensión.
  • Las pinturas, dibujos, esculturas y otros objetos artísticos se ven en las fotografías tal como se verían en persona. No hay sorpresas desagradables al observar la pieza en la realidad.
  • El buen fotógrafo de subastas preserva la integridad de cada pieza. Tiene sumo cuidado cuando le toca trabajar con ella.—————————————————————————————
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