Destacar tanto la técnica del retrato, como el estilismo del vestuario y los complementos que revisten a un modelo, es la clave fundamental para conseguir la armonía en una Fotografía de Moda en la que, el figurante y su vestimenta juegan el mismo importante papel a acentuar dentro de la escena.
Esa simetría se consigue con un buen trabajo profesional que sepa remarcar los puntos fuertes de cada elemento a través de una iluminación correcta, una cuidada composición y una puesta escénica en general que sea capaz de contar una historia o relato con la visualización de una sola imagen.
El proceso habitual de estructura Fotográfica en la Moda va siempre continuado por una meticulosa edición, en la que no se debe mermar la calidad que los Fotógrafos de Moda han mostrado a través de una imagen sobresaliente, con envolturas y cubiertas inherentes en los retoques desmesurados.
A pesar de poseer un lenguaje propio, en una Fotografía de Moda ha de verse reflejado el mundo entero para obtener una perspectiva de estética más elegante y global, en la que cada remate represente un arte afín con cada individuo, por muy peculiar y único que sea.
En cualquiera de los casos referentes a sesiones interiores o exteriores, la imagen de moda se debe tratar como algo más que una simple fotografía bonita, puesto que cada componente forma parte de un escenario completo, lleno del ritmo armónico y de la belleza exclusiva que solo es capaz de ofrecer el mundo de la Moda.