El sector de la fotografía de moda en España se encuentra altamente atomizado. A diferencia de otros sectores como por ejemplo la prensa, las productoras de contenidos audiovisuales, la banca, etcétera en los que siempre destacan unos pocos que se reparten la mayor parte del pastel respecto del resto, la fotografía de moda cuenta con un interminable elenco de protagonistas.
La fotografía de moda es, probablemente, la especialidad del arte fotográfico más elegante que, al servicio de la publicidad, es capaz de transmitir la belleza, perfección y delicadeza de ropa, calzado y todo tipo de complementos de moda. Como cualquier otra especialidad fotográfica, la fotografía de moda precisa, para obtener unos óptimos resultados, de los conocimiento y experiencia de un verdadero profesional capaz de crear el ambiente más adecuado para una determinada prenda y mostrar su “mejor lado” sin embargo, en el sector de la fotografía de moda esto no siempre es así.
La proliferación de las cámaras de fotos digitales, unido esto a su progresiva mayor facilidad de uso, su continuo abaratamiento y la mejora de la calidad de los resultados, ha favorecido lo que los especialistas denominan sin paliativos como “intrusismo profesional”. Son muchos los apasionados de la fotografía que tras tomar un pequeño curso ya se creen fotógrafos profesionales y como tales, se lanzan al escenario de la fotografía de moda. Algo a lo que también han ayudado los programas de edición de imágenes como Photoshop, cada vez más populares y con interfaces mucho más intuitivas que facilitan su uso.
A ello hay que sumar que no existen agencias de fotografía de moda propiamente dichas, sino agencias de fotografía profesional especializadas en diferentes tipos de fotografía, siendo la fotografía de moda uno de ellos. Además, las agencias de moda cuentan, por lo general, con sus propios fotógrafos en plantilla.
Toda esta situación, dibujada aquí de forma general, contribuye en cierta medida a que no podamos cuantificar de forma exacta este nicho profesional que es la fotografía de moda y que por tanto, no podamos determinar con exactitud quién se reparte el pastel pues más bien se trata de un pastel del que comen cientos, tal vez miles de bocas en España.