Para poder describir con precisión los espacios que forman parte de una ciudad es necesaria una fotografía arquitectónica que sea capaz de capturar la sustancia que existe entre un edificio y su entorno.
En la fotografía de arquitectura, encontramos espacios que han sido realizados por el hombre de una manera nunca vista antes, por ello, es imprescindible contar con técnicas que desafíen las limitaciones de las lentes convencionales, y utilizar ópticas que puedan alterar planos y lograr, así, una nueva perspectiva con la que convertir lo que parece una simple construcción, en una imagen viva y única.
Introduciendo esta misma técnica en interiorismo, se busca la disposición de visualizar el contenido comprendido entre los muros de una vivienda, llenando el vacío del espacio de una forma visual que cuente su relación con lo que delimita, para situarlo en el contexto elegido como utilidad.
Documentar cualquier proyecto construido con unas fotografías profesionales que saquen lo mejor de las formas y contrastes entre paisaje y edificio, hace marcar la diferencia con respecto al resto.
Por ello, introducir visualmente una obra arquitectónica en la distribución paisajista común, se ha convertido en una técnica muy utilizada, ya que cada vez las edificaciones son más modernas y requieren de que vayan en consonancia con su evolución.