A través de una imagen homogénea, en la que el usuario encuentre una facilidad de decisión firme ante la selección final de un producto, se crea un catálogo web.
Aunque intervienen diversos factores para que dichas imágenes sean ejecutadas correctamente, debemos dar máxima prioridad a la estética en la Fotografía para Catálogo que utilicemos, ya que estamos mostrando la esencia de un negocio interactivo en el que debe mostrarse de forma sencilla un escaparate virtual completo y es lo que ha de llegar fundamentalmente a los clientes y consumidores.
Una estrategia que resalte los matices más destacables del producto, hacen que exista la posibilidad de jugar con elementos menos comunes, los cuales pueden significar un valor añadido en la calidad de composición de la fotografía, como son los fondos, los colores, las perspectivas y los detalles, marcando una importante diferencia con respecto a los demás catálogos convencionales que siguen las mismas bases preestablecidas.
Un fondo neutro, generalmente gris claro o blanco, son los seleccionados de forma habitual para este tipo de catálogos, aunque hoy en día se está arriesgando más, colocando los artículos en una escena acorde con el ambiente con el que esté relacionado el producto. Así, se le da un toque de originalidad a un sumario comercial distinguido, que llamará mucho más la atención entre compradores y usuarios.
Contando con los profesionales adecuados, se pueden obtener unos resultados creativos e interesantes para que la adquisición de los productos del catálogo se haga de forma instantánea.